Acudieron también al cuartel de Andahuaylas, los varayoc de los cientos de ayllus campesinos de la región; muchos de ellos desde lejanas comarcas, donde la versión oral hablaba de Cáceres como el nuevo Inca. Sorprende comprobar que hasta nuestros días, las poblaciones indígenas recuerdan con reverencia el paso del general. Bastará citar el caso de la comunidad de Piscobamba, ubicada al interior de Talavera, población vecina a Andahuaylas, donde hay un lugar especialmente respetado porque se dice que allí descansó Cáceres. Carecemos de la documentación necesaria para afirmar con certeza que así ocurrió efectivamente, pero si no fue Cáceres, alguno de sus oficiales debió recorrer esos humildes caseríos, hablando del Tayta para captar el apoyo campesino. Gral. Andrés Avelino Cáceres Todo el valle del Pampas formó un sólido frente con el ejército patriota, y como testimonio de lo que fue esa conjunción quedaron estas líneas firmadas por el propio Cáceres: “Un día llegó a
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