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La batalla de Huamachuco


El 10 de julio de 1883, en el departamento de La Libertad, se libró la batalla de Huamachuco. Este enfrentamiento entre fuerzas peruanas y chilenas decide el fin de la Guerra con Chile ya que es la última batalla de gran importancia librada en la Campaña de la Sierra, también conocida como Campaña de La Breña. 

El 7 de julio, días antes de la batalla, el Ejército peruano llegó a la llanura de Tres Ríos, a pocos kilómetros de Huamachuco. En este lugar, el general Andrés Avelino Cáceres convocó a una Junta de Jefes con el propósito de llegar a un acuerdo sobre qué decisiones tomar: presentar batalla contra los chilenos que ya se encontraban en Huamachuco o seguir evitándolos hasta encontrarse en mejor número de hombres y armamento. La segunda opción parecía ser la más razonable, pero seguir con las sacrificadas marchas por los Andes afectaba terriblemente la moral de la tropa. El número de muertes por enfermedad y fatiga crecía día a día, y era muy común ver cruces blancas en las rutas por las que iba pasando el Ejército Peruano. El peligro de deserción masiva era muy latente. La idea de tener al enemigo al frente tan solo para seguir huyendo causaba mucho dolor e impotencia en las filas peruanas, incluso en el alto mando. Como prueba de ello, las palabras del coronel Emilio Luna en la Junta de guerra al decidir sobre el destino de Huamachuco: “¡Más vale morir con honor, que retirarse y disolverse cobardemente!”. La Junta resolvió, por decisión general, presentar batalla en Huamachuco: Victoria o muerte.

Al final de la reunión, Cáceres convocó al ejército para informar sobre la decisión que se había tomado y una vez frente a ellos, pronunció una arenga en quechua y castellano: “¡Soldados! Pelearemos hasta vencer al invasor o morir por la gloria y honor de nuestra patria. Antes de ver desgarrado y humillado nuestro suelo, dejará de latir nuestro corazón en el campo de batalla. ¡Soldados! ¡Viva el Perú!”

La respuesta por parte de los soldados peruanos en el llano de Tres Ríos fue unánime: “¡Vencer o Morir!”. Esa fue la consigna proclamada por el Ejército peruano y que ha quedado registrada en la historia como “El juramento de Tres Ríos”.

Vista panorámica de Huamachuco 


La batalla
El general Andrés Avelino Cáceres, en una carta dirigida a su amigo Juan M. Espora, escribe: “En los días 8 y 9 de julio, el enemigo se limitó a hacer tiros de cañón dando a conocer que no tenían intención de entrar en lucha. Nosotros resolvimos provocarlo y al amanecer del 10 lancé (desde el cerro Santa Bárbara) mi primera guerrilla, a cuyo encuentro destacó otra el enemigo. Esta tuvo que retroceder al empuje de la nuestra. Fueron bajando de uno y otro lado fuerzas numerosas y el combate se hizo general. Nadie faltó a su deber en ese día memorable: jefes, oficiales y tropa se batieron denodadamente. Nuestras escasas y fatigadas fuerzas vencieron en buena lid al orgulloso enemigo, lo arrojaron del llano y subieron al cerro (Sazón) que éste ocupaba, hasta sus mismos atrincheramientos en los muros incaicos, batiéndose cuerpo a cuerpo".

Abelardo Gamarra manifiesta en su libro que “arrollado el enemigo hasta la cumbre del Sazón y fugando ya en dirección de Condebamba; la artillería chilena empezó a rodar desordenadamente. Dueño el ejército peruano de la línea, disminuyeron repentinamente nuestros fuegos. Faltaron municiones. Apercibido el enemigo de lo débil de nuestros fuegos, volvió a envalentonarse y reorganizado cargó sobre la izquierda de nuestra línea, teniendo los soldados peruanos que defenderse a culatazos, pues sus rifles carecían de bayonetas”.

En la carta, Cáceres también escribe que “nuestros soldados, en esos momentos de coraje y de impotencia tiraban sus rifles inutilizados y eran perseguidos y fusilados por los mismos a quienes acababan de hacer retroceder. El desastre fue entonces inevitable y el enemigo lanzó sus partidas contra nuestros heridos y cansados soldados, a quienes victimaron sin piedad. Así terminó la histórica batalla de Huamachuco, en la que si el éxito fue de los invasores, la gloria pertenece por entero a las armas del Perú”.

El oficial chileno Raymundo Valenzuela, combatiente en la Batalla de Huamachuco, escribe en su libro: “Nuestras huestes no vencieron a reclutas ni a cobardes, sino, a lo más florido del Ejercito del Perú, por la inteligencia, la táctica y el denuedo de sus jefes; así como, por la disciplina de sus soldados. En la batalla de Huamachuco, se llegó a conocer a las verdaderas notabilidades. Allí tuvo el Perú heroísmos probados y glorias que deben escribirse en bronce”.

Batalla de Huamachuco


El soldado Yupanqui y el juramento de Tres Ríos
Durante la batalla, se dieron muchas muestras de valentía y arrojo. Sabiéndose en desventaja, el Ejército peruano decidió vender cara la derrota y se batió desesperadamente hasta el final. Una de las escenas más emotivas y capaces de tocar las fibras más sensibles de cualquier persona fue la que el general Andrés Avelino Cáceres recordó en sus memorias y que muestro a continuación:

"Cuando me dirigía con mis ayudantes y escolta al sitio culminante de la brega, para dar con mi presencia mayor impulsión al ataque, vino hacia mí un soldado herido, y, pretendiendo tomar las riendas de mi caballo, me detuvo diciéndome: "Tayta, mi general, ve que he cumplido mi juramento de los Tres Ríos" y se desplomó muerto. Esta escena de fidelidad y patriotismo me conmovió hondamente". 

El soldado, de nombre Lorenzo Yupanqui Berríos, representa al soldado desconocido, el héroe olvidado de todo país, el civil que tomó las armas para hacerse soldado y defender a la patria en peligro, ese soldado que, lamentablemente, pocos libros de Historia recuerdan.

El soldado Yupanqui 


Huamachuco para el Perú

La guerra con Chile es uno de los capítulos más duros en la Historia del Perú como república; sin embargo, al hablar de Huamachuco no puedo evitar reconocer el esfuerzo de miles de peruanos de la Costa, Sierra y Selva que acudieron al llamado del general Cáceres y que marcharon por geografías y climas terribles para el hombre común, con el único propósito de demostrar que el Perú no se había rendido y que la dignidad nacional no se había perdido.

En Huamachuco pelearon marinos como Luis Germán Astete, catedráticos como Emiliano José Vila, niños como Francisco Gamero, arequipeños como Juan Antonio Portugal, huamachuqueños como Santiago Zavala, huanuqueños como Leoncio Prado, limeños como el general Pedro Silva y muchos peruanos más que pese a los días grises que afrontaba el Perú, nunca renunciaron a ella. Tal y como diría el profesor Luis Guzmán Palomino, todas las sangres del Perú se unieron para defenderla.

Cáceres expresaría luego que Huamachuco se convirtió en la “Senda del Honor”, el sostén principal de la voluntad inquebrantable de no doblegarse jamás ante la adversidad.

Obelisco a los Héroes. Huamachuco - Perú



Fuentes:

Cáceres Dorregaray, Andrés. "Memorias de la guerra del 79"
Comisión Permanente de Historia del Ejército del Perú - "La Resistencia de la Breña: Huamachuco y el alma nacional" 
Gamarra, Abelardo - “La batalla de Huamachuco y sus desastres”
Guzmán Palomino, Luis – Batalla de Huamachuco: La senda del honor
Guzmán Palomino, Luis - Los héroes de Huamachuco
Mendoza Meléndez, Eduardo - "Historia de la campaña de La Breña"
Valenzuela, Raymundo – La batalla de Huamachuco

Comentarios

  1. Estimado Jimmy, es bueno saber que se interesa por un tema tan noble como la Guerra del Pacifico, sin los insultos al enemigo, que parecen ser la tónica de muchos blog.
    Lo que más me llama la atención respecto del parte de Caceres, el cual he leido en varias oportunidades, es casi una falta de realismo en lo que cuenta, le explico mi apreención, las tropas chilenas retroceden derrotadas por el enemigo, que en menor número consigue envolverlas y empujarlas, lo que indica que los chilenos se movían en masa, los soldados en vez de escapar por las partes planas, vuelven a subir el cerro, con lo dificultoso que ello significa. finalmente a los peruanos se le terminan las municiones, ¿a todos al mismo tiempo? y de esto se da cuenta el enemigo ¿como? les mandaron wasapp, las armas sin municiones meten ruido. finalmente un ejercito como el chileno en plena desbandada por la derrota, se vuelve y planta cara a un enemigo sin municiones que no atina a escapar, sino que permanece enfrentándose a sus rivales sin municiones, o sea los chilenos en ves de cargar a la bayoneta, exponiéndose a los golpes de fusil peruano, pudieron disparar a mansalva a tan amable enemigo que esperaba a ser fusilado. Independiente del valor de los peruanos, no encuentro lógica en este relato, me parece más que está hecho para conformar a la chusma, salvando la responsabilidad de los errores tacticos cometidos por el Perú.
    Saludos y reitero mis felicitaciones

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    1. Antes de entrar en batalla, cada soldado tiene una dotación de municiones contadas. Esto hace colegir que las municiones se agotan casi al mismo tiempo en la tropa que está en batalla. Respecto de escoger cargar a bayoneta o disparar a tiro seguro, la lógica indica disparar y eso hicieron las tropas chilenas, independientemente de la caballería que cargó a sable contra los infantes desarmados. Lo cierto que es fácil combatir en ventaja de armamento y eso es lo que siempre pasó con el ejército chileno. tenían enorme ventaja.Al final lo más trágico es que North se llevó todo el salitre y dinero para Inglaterra y los soldados chilenos que asesinaron mujeres, niños, ancianos, campesinos terminaron en las ciudades chilenas pidiendo limosna. te recomiendo leer al oficial de marina francés Davin respecto de lo que pasó en Chile después de la guerra. Pobre y siempre pobre pueblo chileno que se aferra a una victoria deshonrosa en medio de su pobreza. Saludos desde el Perú, país de los Incas.

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  2. Estimado Jimmy, es bueno saber que se interesa por un tema tan noble como la Guerra del Pacifico, sin los insultos al enemigo, que parecen ser la tónica de muchos blog.
    Lo que más me llama la atención respecto del parte de Caceres, el cual he leido en varias oportunidades, es casi una falta de realismo en lo que cuenta, le explico mi apreención, las tropas chilenas retroceden derrotadas por el enemigo, que en menor número consigue envolverlas y empujarlas, lo que indica que los chilenos se movían en masa, los soldados en vez de escapar por las partes planas, vuelven a subir el cerro, con lo dificultoso que ello significa. finalmente a los peruanos se le terminan las municiones, ¿a todos al mismo tiempo? y de esto se da cuenta el enemigo ¿como? les mandaron wasapp, las armas sin municiones meten ruido. finalmente un ejercito como el chileno en plena desbandada por la derrota, se vuelve y planta cara a un enemigo sin municiones que no atina a escapar, sino que permanece enfrentándose a sus rivales sin municiones, o sea los chilenos en ves de cargar a la bayoneta, exponiéndose a los golpes de fusil peruano, pudieron disparar a mansalva a tan amable enemigo que esperaba a ser fusilado. Independiente del valor de los peruanos, no encuentro lógica en este relato, me parece más que está hecho para conformar a la chusma, salvando la responsabilidad de los errores tacticos cometidos por el Perú.
    Saludos y reitero mis felicitaciones

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  3. Hola. Me parece muy interesante la recopilacion sobre la batalla de huamachuco y sus consecuencias.

    Respecto al comentario de Carmona lo encuentro ridiculo y solo producto de la ignorancia de un chileno unltranacionalista patriotero y fabulero. Si tanto animo tiene por intentar reescribir la historia que comience por la suya llena de mitos e impresiciones historicas y deje de denigrar heroes que solos valen por millones como él.
    Para que la desgracia que significó para los 3 paises la infausta guerra del salitre no se repita.

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  4. Veo que duro poco la objetividad del la información de esta batalla, ya que a la pregunta y comentario de don Mario Carmona, se esgrimieron respuestas que no tienen mucho que ver con estas. De todas maneras mientras las naciones y especialmente sus historiadores sigan engañando a su gente y culpando a otros de sus derrotas y penurias seguirán enquistados en el subdesarrollo valorico, politico y social .... Los Peruanos culpan a los Ingleses de su derrota con los Chilenos, los Argentinos culpan a los Chilenos de sus derrota con los Ingleses y así seguirán engañándose y engañando a su gente, lo que permite que Chile siga creciendo y desarrollándose en todos los ámbitos, salvo en los últimos años que Chile, ha tenido uno de los gobiernos mas nefastos de su historia. En lo que si estoy totalmente de acuerdo, que las guerras son lo peor que le puede suceder a un país, lastimosamente la única forma de superarlas es estar bien preparados para enfrentarlas cuando llega el momento, la historia a demostrado hasta el día de hoy que el único país del cono sur en esas condiciones ha sido Chile y lo sigue demostrando. con respecto a la derrota del Perú en la Batalla de Huamachuco, tiene que ver con planificación, estrategia, unidades muy convencidas del concepto de Patria en el ser, concepto de Nación y lo mas importante tener arraigada y reforzada la convicción de ganar ....factores de los cuales adoleció Perú, a lo largo de toda la Guerra del Pacifico salvo en parte de la Guerra Marítima y de algunas escaramuzas en las cuales salio victorioso. Considerando que en sus filas formaron muchos hombres valientes y luchadores comandados por algunos oficiales también muy valientes y honorables.

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  5. Por que cuando se crea una pagina de investigacion sobre la guerra del pacifico siempre, pero siempre, aparecen los mismos comentarios de hijos de pinochet comentando huevadas! Porque eso es lo que son los comentarios de los unicos 2 chilenos en este foro.
    Patriotismo, nobleza y valor no cuentan para nada en una guerra!
    El consumo de mucho Epopeya y documentales de cuarta de tvchile les pudrió el cerebro? Despues el tipico llanto chileno de que los ingleses no ganaron guerra del pacifico sino los "valientes patriotas" chilenos(muchos simplemente desertaban tras la primera batalla), que "luchaban por defender su pais"(en territorio ajeno) y que eran mas antiperuanos que el mismo O'Higgins(que vivio y murio en Lima)...

    Afortunadamente los chilenos de bien son mas. Y pronto Perú y Chile miraran al futuro como una sola mente y un solo corazon como alguna vez fueron y volveran a ser!!

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