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La cruz de la Avenida Wilson


Seguramente, muchos de ustedes han pasado innumerables veces por la tan transitada Avenida Wilson o quizás recorrido Jirón Quilca en busca de algún libro de tapa gastada oculto entre pilas de incalculable valor. También, es probable que muchos de ustedes hayan llegado hasta el pequeño parque en forma de triángulo que se encuentra en el cruce de estas dos calles. Los que han llegado hasta allí habrán visto de cerca una pequeña cruz de madera que se encuentra en el primer piso de un edificio moderno. Ninguna placa, ningún nombre. Solo una cruz de madera repintada que oculta un detalle emotivo de la historia de Lima.

Plaza Federico Elguera 

Luego de las derrotas sufridas en las batallas de San Juan y Miraflores el 13 y 15 de enero de 1881, la capital fue ocupada por el ejército chileno. Esta ocupación generó una serie de protestas y levantamientos dentro de la población que luego sería castigada severamente por los militares chilenos. Muchos peruanos fueron fusilados por rebelarse a la ocupación, así como a las injusticias y abusos cometidos por los soldados chilenos. En base a los testimonios recogidos durante esta investigación, esta cruz representa un silencioso homenaje a los peruanos que fueron fusilados en ese mismo lugar.

Una cruz para la memoria
Esta cruz se encuentra ubicada en la plaza que lleva el nombre del señor Federico Elguera, alcalde de Lima que gobernó de 1901 a 1908. Esta plaza era antiguamente llamada “Plaza de la Salud” debido a que aquí se encontraba la Estación de la Salud del Ferrocarril al Callao.

Monumento a Federico Elguera, alcade de Lima de 1901 a 1908 

Ernesto Ascher, uno de los más célebres escritores sobre la historia de Lima, hace mención sobre esa cruz en su libro “Historia del pasado y observaciones del presente”:

"En un ángulo del Edificio de la Compañía de Seguros "La Fénix Peruana" en la Plaza Elguera, existe una pequeña cruz de madera incrustada en la pared. Esta cruz fue puesta, después de la Guerra con Chile, en recuerdo de 6 franco-tiradores peruanos que fueron fusilados por los invasores frente a una pequeña casucha que allí existía. Al demolerse la casucha para dar paso a la construcción del Edificio de la Fénix, se guardó respetuosamente dicha cruz y, posteriormente, se le colocó en el lugar donde hoy se encuentra".

La cruz de la Plaza Elguera 

Asimismo, Pedro Benvenutto Murrieta menciona la historia de la cruz en su libro “Quince plazuelas, una alameda y un callejón”. Lima en los años de 1884 a 1887:

“La plazuela de la Salud -de trágicos recuerdos en los días de la ocupación chilena– tiene la forma de un triángulo y está rodeada de casas de un solo piso, salvo la estación de la Salud del Ferrocarril Inglés de Lima al Callao. Durante la invasión chilena, ciertos barrios como los de San Isidro y la Cruz se hicieron célebres por la encarnizada persecución que hacían sus vecinos a todo soldado chileno que caía por allí en tardes horas de la noche. Habiéndose repetido los asesinatos, el Gobernador militar Patricio Lynch quiso suprimir esas manifestaciones de la indignación popular contra los invasores, de una manera radical; para esto se apresó a varios sospechosos de estos barrios, se les quintó y fueron fusilados junto a la pulpería de don Carlos el alemán, y otros en la pared fronteriza, ya para entrar en la calle de Bravo. Clavadas en la pared dos cruces –que los pintores ramplones se empeñan en cubrir con pintura color amarillo del rey- recuerdan tan tristes sucesos”.

Cruz en homenaje a los peruanos fusilados en ese mismo lugar durante la ocupación chilena. 

En el artículo “El paredón de la resistencia”, Rómulo Rubatto Suarez también escribe:

“La señorita limeña, Margarita Callirgos Merino de 84 años de edad a la fecha, recuerda haber escuchado decir a su padre, Sergio Elicer Callirgos Rendón, pequeño vecino de Lima en los años de la ocupación, que cuando niño vio, en una plazuela a las afueras de Lima, sin duda la de La Salud, una multitud expectante; se acercó al grupo y aprovechando su corta estatura, se deslizó entre las piernas del gentío hasta llegar a la primera fila, desde allí observó cómo un hombre, parado frente a un pelotón de soldados, gritaba "...muero por mi Patria y por no delatar a un amigo...", cayendo después herido de muerte”.

Plaza Elguera vista desde la Avenida Wilson 

Finalmente, en las memorias del general chileno Patricio Lynch se encuentra el siguiente testimonio que hace referencia a esta cruz:

"En la mañana del veinte de Julio fueron asaltados en la plazuela de la Salud dos soldados del Regimiento de Artillería, resultando uno de ellos muerto y el otro herido. Puesto el hecho en conocimiento de varios chilenos que se encontraban próximos al lugar indicado, fueron aprehendidos muchos vecinos y transeúntes que podían dar noticias del crimen. Después de tomadas las declaraciones, resultaron complicados cinco individuos, de los cuales los de mayor grado de culpabilidad no pudieron ser habidos. De los tres restantes se sorteó uno y fue pasado por las armas el día veinticinco en la misma plazuela".

Avenida Wilson 

Lima, aunque gris, conserva intactas muchas anécdotas que no merecen ser olvidadas y una muestra de ello es esta pequeña cruz. La cruz de la Plaza Elguera ha permanecido por años en ese lugar y ha conseguido sobrevivir a la modernización de Lima. No existe ninguna placa, ni leyenda que justifique su existencia y muy pocas personas saben lo que representa en realidad. 

Este artículo fue escrito para rememorar el gesto de muchos peruanos que ofrendaron su vida en ese mismo lugar. No se trata de revanchismos, ni mucho menos de xenofobia. Se trata de no olvidar. Se trata de conservar en la memoria el recuerdo de un gesto emotivo. De mirar esa cruz no con odio, sino con orgullo. Se trata de mirar esa cruz y recordar que el Perú existe y que alguna vez murieron personas por defender esa existencia. El pasado no se puede alterar, solo el futuro puede cambiarse, es tiempo de abrazar el presente y hacer un país distinto.


La historia de Lima está en sus calles. ¿Te animas a descubrirlas?


Fuentes:
Ascher F. Ernesto - Historia del pasado y observaciones del presente.
Benvenutto Murrieta, Pedro - Quince plazuelas, una alameda y un callejón. Lima en los años de 1884 a 1887.
Lynch, Patricio - Primeras Memorias, Tomo I
Moreano, Cecilia - Ven a Lima y lo verás.
Orrego Penagos, Juan Luis – Plazuela Federico Elguera.
Rubatto Suárez, Rómulo – El paredón de la Resistencia.

Comentarios

  1. ME ENORGULLECE SABER DE ÈSTA PEQUEÑA PARTE DE NUESTRA HISTORIA, GRACIAS MIL POR HABER ESCRITO ALGO TAN IMPORTANTE Y A LA VEZ ANECDÒTICO; MALDITOS INVASORES CHILENOS Y VALIENTES PERUANOS,ÈSTOS ÙLTIMOS, NUNCA SERÀN OLVIDADOS POR SUS MUESTRAS DE VALENTÌA Y PATRIOTISMO!!!VIVA EL PERÙ!.

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  2. La misma fue robada hace dos dias o sea el 22 de Octubre del 2020

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    1. Hola. Lei la historia de nino en el libro de Ascher. Lo que hayan robado no era la original. En el anio 2003, mas o menos, vi caminando que no estaba la cruz. La habian retirado para pintar la pared los duenos del negocio que en esa epoca era algo con copiadoras, creo. (En los 70s era un negocio llamado Somerin). LLame al municipio y me dijeron que no estaba en registro de cosas historicas. La cruz original diria que la han cambiado varias veces. Pero si es notable como se conserva la tradicion de colocarla en esa esquina. El libro de Ascher es fascinante pero no se que tanto del punto de vista historico. Recuerdo por ejemplo una historia de un escultor que supuestamente se suicido al pie de un monumento famoso de Lima despues que se le senalara un error pero no parece algo que ocurrio. Dicho esto me encantaria volver a tener el libro. Gracias a el conoci Lima de nino. De las cosas perdidas que mencionaba una de las que mas me indigno fue cuando removio un alcalde las bancas (que transmitian conversaciones) del Parque Washington. Eso fue hara una decada y media, cuando los jovenes "emo" estaban de moda y se reunian justo alli. Esa banca creo era de marmol, en semi circunferencia muy bien trabajada. Por que la sacaron? No quiero hacer un comentario malpensado.

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  3. Efectivamente ya no se encuentra la cruz. Ojala la Municipalidad de Lima tome cartas sobre el asunto.

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