El 5 de junio de 1880, el coronel Francisco Bolognesi, militar de 64 años y encargado de la defensa del puerto de Arica, recibe al Mayor chileno Juan José de la Cruz Salvo. El propósito de la visita fue intimar la rendición de los fuertes de Arica y, de esa forma, evitar un inútil derramamiento de sangre. El diálogo entre ellos, aunque breve, fue relatado días después por el mismo Juan José de la Cruz Salvo al historiador chileno Benjamín Vicuña Mackenna, quien luego llegó a incluirlo en su libro "La Campaña de Tacna y Arica".
El diálogo fue el siguiente:
Bolognesi: Le oigo a usted.
Salvo: Señor, el General en Jefe del Ejército de Chile, deseoso de evitar un derramamiento inútil de sangre, después de haber vencido en Tacna al grueso del Ejército aliado, me envía a pedir la rendición de esta plaza, cuyos recursos en hombres, víveres y municiones conocemos.
Bolognesi: Arica no se rinde, tengo deberes sagrados que cumplir y los cumpliré hasta quemar el último cartucho.
Salvo: Entonces está cumplida mi misión.
Bolognesi: Lo que he dicho a usted es mi opinión personal; pero debo consultar a los jefes, y a las dos de la tarde mandaré mi respuesta al Cuartel General chileno.
Salvo: No señor Comandante General, esta demora está prevista, porque en la situación que nos hallamos, una hora puede decidir la suerte de la plaza. Me retiro.
Bolognesi: Dígnese usted aguardar un instante, voy a hacer la consulta aquí mismo y en presencia de usted.
El apoyo de los oficiales peruanos a la decisión de Bolognesi fue unánime: Victoria o muerte. Todos decidieron morir peleando antes que entregar Arica a los chilenos.
"Apure Leiva" y una pequeña reflexión
El 5 de Junio, el coronel Francisco Bolognesi envía el tristemente recordado telegrama que remitió al coronel peruano Segundo Leiva. Éste, bajo órdenes de Piérola, se encontraba en Arequipa con el Segundo Ejército del Sur. El mensaje que envió Bolognesi decía lo siguiente:
Bolognesi tenía la esperanza de que, junto al ejército acantonado en Arequipa, era posible envolver al Ejército chileno en dos frentes para, de ese modo, derrotarlos y expulsarlos de Arica. Lo cierto es que el Segundo Ejército nunca se movilizó y condenó a la inmortalidad a los defensores de Arica. ¿Decisiones políticas? ¿Decisiones militares? Eso es algo que aún no se ha podido determinar. Es cierto también que la movilización de un ejército requiere de una logística muy compleja, sobretodo si se trata de realizar una marcha larga a través del desierto. Y si a eso le agregamos la falta de preparación y armamento, entonces podemos darnos cuenta de la verdadera situación que afrontaba el Perú en ese momento. Una situación para el olvido, ¿verdad?
Fuentes:
Bouroncle Carreón, Alfonso - "La tragedia del 79"
Vargas Hurtado, Gerardo - "La batalla de Arica"
Vicuña Mackenna, Benjamín - "La campaña de Tacna y Arica"
El diálogo fue el siguiente:
Bolognesi: Le oigo a usted.
Salvo: Señor, el General en Jefe del Ejército de Chile, deseoso de evitar un derramamiento inútil de sangre, después de haber vencido en Tacna al grueso del Ejército aliado, me envía a pedir la rendición de esta plaza, cuyos recursos en hombres, víveres y municiones conocemos.
Bolognesi: Arica no se rinde, tengo deberes sagrados que cumplir y los cumpliré hasta quemar el último cartucho.
Salvo: Entonces está cumplida mi misión.
Bolognesi: Lo que he dicho a usted es mi opinión personal; pero debo consultar a los jefes, y a las dos de la tarde mandaré mi respuesta al Cuartel General chileno.
Salvo: No señor Comandante General, esta demora está prevista, porque en la situación que nos hallamos, una hora puede decidir la suerte de la plaza. Me retiro.
Bolognesi: Dígnese usted aguardar un instante, voy a hacer la consulta aquí mismo y en presencia de usted.
El apoyo de los oficiales peruanos a la decisión de Bolognesi fue unánime: Victoria o muerte. Todos decidieron morir peleando antes que entregar Arica a los chilenos.
La respuesta de Bolognesi a Salvo
"Apure Leiva" y una pequeña reflexión
El 5 de Junio, el coronel Francisco Bolognesi envía el tristemente recordado telegrama que remitió al coronel peruano Segundo Leiva. Éste, bajo órdenes de Piérola, se encontraba en Arequipa con el Segundo Ejército del Sur. El mensaje que envió Bolognesi decía lo siguiente:
Telegrama de Francisco Bolognesi a Leiva
Bolognesi tenía la esperanza de que, junto al ejército acantonado en Arequipa, era posible envolver al Ejército chileno en dos frentes para, de ese modo, derrotarlos y expulsarlos de Arica. Lo cierto es que el Segundo Ejército nunca se movilizó y condenó a la inmortalidad a los defensores de Arica. ¿Decisiones políticas? ¿Decisiones militares? Eso es algo que aún no se ha podido determinar. Es cierto también que la movilización de un ejército requiere de una logística muy compleja, sobretodo si se trata de realizar una marcha larga a través del desierto. Y si a eso le agregamos la falta de preparación y armamento, entonces podemos darnos cuenta de la verdadera situación que afrontaba el Perú en ese momento. Una situación para el olvido, ¿verdad?
Fuentes:
Bouroncle Carreón, Alfonso - "La tragedia del 79"
Vargas Hurtado, Gerardo - "La batalla de Arica"
Vicuña Mackenna, Benjamín - "La campaña de Tacna y Arica"
Felicitaciones por divulgar nuestra historia con un lenguaje sencillo atractivo para todos***
ResponderBorrarGracias, la historia es el legado de nuestro país y no merece ser olvidada. Saludos.
BorrarGracias por la información
ResponderBorrarGracias a ti por leer el artículo. Saludos cordiales.
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